Odontología conservadora

¿Qué es la odontología conservadora?

La odontología conservadora está formada básicamente por dos tipos de especialidades dentales, la operativa (u operatoria) y la endodoncia. En ambos casos se trata de eliminar las lesiones provocadas por las caries, y en los más graves el nervio afectado que causa dolor, para poder conservar el diente y su funcionalidad. 

1. Obturaciones dentales: Tratamiento de caries dentales mediante obturaciones o empastes estéticos, restaurando la forma y función del diente afectado.
2. Endodoncia: Tratamiento de conductos radiculares para eliminar infecciones y salvar dientes dañados o con pulpa inflamada.
3. Tratamiento de enfermedades periodontales: Control y tratamiento de enfermedades que afectan los tejidos de soporte de los dientes, como la gingivitis y la periodontitis.
4. Restauraciones estéticas: Reconstrucción de dientes dañados o desgastados mediante carillas de porcelana, coronas dentales o incrustaciones.
5. Tratamiento de la sensibilidad dental: Enfoque en reducir la sensibilidad dental causada por el desgaste del esmalte o la exposición de la dentina.

Empastes

Los empastes dentales, técnicamente se le denomina obturaciones. Los empastes son uno de los tratamientos dentales más habituales en la clínica dental. Estos se realizan una vez que el dentista ha retirado todo el tejido infectado por la caries quedando una cavidad que se rellena con distintos materiales según la extensión de la lesión cariosa.

La caries dental es una enfermedad que afecta a los dientes y provoca su deterioro, llegando incluso a la pérdida de la pieza dental si no se trata a tiempo. La caries dental se produce cuando los ácidos producidos por las bacterias en la placa dental dañan el esmalte y la dentina del diente, pudiendo llegar a la pulpa dental, que es lo que comúnmente se denomina nervio dental.

La caries puede manifestarse de diferentes maneras, desde manchas blancas o marrones en el diente hasta sensibilidad dental, dolor y, en casos avanzados, pérdida de la pieza dental. La mejor forma de prevenir la caries es mediante una buena higiene dental, que incluye el cepillado regular con pasta de dientes con flúor, el uso de hilo dental y la visita al dentista al menos dos veces al año.
Cuando se detecta una caries dental, el tratamiento dependerá de la gravedad de la misma. Si la caries es leve y solo ha afectado al esmalte, el dentista puede recomendar una limpieza dental para eliminar la placa y la acumulación de bacterias. Si la caries es más profunda, puede ser necesario realizar un empaste dental para reparar el diente.

Los empastes dentales son una forma efectiva de tratar las caries dentales. El objetivo del empaste dental es eliminar la caries y rellenar la cavidad resultante con un material resistente y duradero que restaure la funcionalidad y la estética del diente. Los empastes dentales pueden realizarse de varios materiales, incluyendo resina compuesta o composites que son los empastes blancos, o con cerámica. La elección del material dependerá del tamaño y la ubicación de la caries, así como de la preferencia del paciente y del dentista.

El proceso para realizar un empaste dental generalmente se realiza en una sola visita a la clínica. El procedimiento empieza con la eliminación de la caries o la parte dañada del diente. El área se limpia y se prepara para recibir el empaste. El material de empaste se coloca en la cavidad y se moldea para adaptarse a la forma del diente. Luego, se endurece mediante una luz especial o un agente químico. Finalmente, se realiza un pulido para dar al empaste un aspecto y una sensación natural.

Es normal sentir una pequeña sensibilidad en el diente después de la colocación del empaste, pero esto debería desaparecer después de unos pocos días. Si la sensibilidad persiste, es importante informar al dentista, ya que debido a la extensión previa de la caries, puede ser necesarios tratamientos más complejos como la endodoncia.

La duración de un empaste dental depende del material utilizado y del cuidado dental del paciente. Los empastes de resina compuesta generalmente duran de 5 a 7 años. Los empastes de cerámica pueden durar aún más tiempo.

Es importante tener en cuenta que los empastes dentales no son indestructibles y pueden desgastarse y filtrar con el tiempo, en esto juega un papel fundamental la higiene del paciente. Por lo tanto, es fundamental mantener una buena higiene dental y visitar regularmente al dentista para chequeos y limpiezas.

Incrustaciones Cerámicas

Las incrustaciones cerámicas dentales son un tipo de restauración dental que se utiliza para tratar dientes que han sufrido daño o caries. Estas restauraciones son una opción popular porque se ven naturales, son duraderas y pueden durar muchos años si se cuidan adecuadamente.

Las incrustaciones cerámicas dentales se colocan en los dientes posteriores, donde la mordida es más fuerte, para reparar las áreas dañadas. Están hechas de cerámica de alta calidad y se pueden personalizar para que coincidan con el color y la forma de los dientes del paciente. Además, las incrustaciones cerámicas dentales son muy resistentes a la fractura y tienen una durabilidad comparable a la de los empastes de amalgama.

El procedimiento para colocar las incrustaciones cerámicas dentales generalmente requiere dos visitas al dentista. Durante la primera visita, se toma una impresión de la boca del paciente y se prepara el diente dañado para recibir la incrustación. Luego se coloca una incrustación temporal mientras se crea la incrustación permanente en un laboratorio dental.

Durante la segunda visita, se retira la incrustación temporal y se coloca la incrustación permanente en el diente utilizando cemento dental. El dentista verifica el ajuste y la mordida para asegurarse de que la incrustación esté colocada correctamente y se vea natural.

Las incrustaciones cerámicas dentales tienen muchas ventajas en comparación con otras opciones de restauración dental, incluyendo su durabilidad, resistencia y apariencia natural. Además, son una excelente opción para pacientes que tienen alergias o preocupaciones sobre los materiales utilizados en otras restauraciones dentales.

Endodoncias

La endodoncia es un procedimiento dental que se utiliza para tratar y salvar dientes dañados o infectados. También se conoce como tratamiento de conductos radiculares y se realiza cuando la pulpa dental, el tejido blando en el interior del diente, se inflama o se infecta.

La pulpa dental puede inflamarse o infectarse por diferentes motivos, como caries profundas, traumatismos en los dientes, desgaste dental. Si la pulpa no se trata a tiempo, puede provocar dolor intenso, abscesos dentales lo que conocemos como flemón dental y la posterior pérdida del diente.
Las infecciones dentales son causadas por bacterias que se acumulan en la boca y pueden provocar inflamación e infección en los dientes y las encías. Si no se tratan adecuadamente, estas infecciones pueden propagarse a otras partes del cuerpo y provocar problemas graves de salud.

Las infecciones dentales pueden presentarse en diferentes formas, siendo la caries dental la más común. La caries dental es una infección bacteriana que causa la desmineralización del esmalte dental y puede llegar a afectar la pulpa dental. Si no se trata, la caries puede provocar dolor intenso, infección en la pulpa y la pérdida del diente.

El objetivo de la endodoncia es eliminar la pulpa inflamada o infectada, limpiar y desinfectar el conducto radicular y sellarlo para prevenir futuras infecciones. El procedimiento se realiza bajo anestesia local y, en la mayoría de los casos, se puede completar en una o dos visitas al dentista, aunque en algunos casos más complejos puede ser necesario alguna visita más.

El proceso de endodoncia comienza con la perforación del diente para acceder a la pulpa, previa remoción del tejido carioso infectado. Luego, el dentista utiliza pequeñas limas para eliminar la pulpa y limpiar y desinfectar el conducto radicular. Una vez que el conducto está limpio y desinfectado, se sella con un material especial para prevenir futuras infecciones. Dependiendo de la situación del diente, es posible que sea necesario colocar un perno y una corona para fortalecerlo y protegerlo.

Después de la endodoncia, es normal sentir un poco de dolor o sensibilidad en el diente durante unos días. El dentista puede recetar analgésicos para aliviar el dolor y se recomienda evitar alimentos duros y pegajosos durante el proceso de curación. Es importante señalar que la endodoncia es un procedimiento seguro y efectivo, pero como con cualquier procedimiento dental, existen ciertos riesgos y posibles complicaciones. La mayoría de las veces, estos riesgos son leves y se pueden tratar fácilmente